The Maddens: los accesorios locales de calefacción y plomería se retiran después de 47 años en el negocio

por Debra Moore

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Era el lunes del fin de semana del Día de los Caídos, dos días antes de la fecha programada para cerrar las puertas del negocio que abrieron hace 47 años, pero Jim y Judi Madden estaban trabajando. Estaba ocupada contestando teléfonos, aunque era feriado, y Jim se dirigía a Calpine para cubrir cuatro llamadas de servicio en los alrededores.

La pareja abrió Madden Plumbing and Heating el 1 de junio de 1976 y cerró las puertas el 31 de mayo de 2023. Aunque no atienden nuevas llamadas, Judi dijo que tienen compromisos de aproximadamente un mes para completar y luego comenzarán el próxima fase de sus vidas, que a los 76 años (Judi) y 78 (Jim) están ansiosos por emprender.

Jim y Judi celebrarán su 53 aniversario de bodas este agosto; se conocieron en San Mateo, donde Jim era un plomero de tercera generación. "Cada generación tenía su propia compañía de plomería", dijo Judi, así que durante una visita a Quincy en 1973, cuando Ted Hoskins, entonces gerente de Bank of America, dijo que la ciudad necesitaba un plomero, se tomó la decisión.

Compraron una casa en 1974 y pasaron un par de años yendo y viniendo entre el Área de la Bahía y Quincy, mientras Judi estudiaba administración de pequeñas empresas. Operaron desde su casa al principio, y luego desde un edificio en East Quincy antes de mudarse a su edificio actual justo al lado de Main Street con su característica decoración roja, blanca y azul y camiones a juego estacionados en el frente.

El edificio está lleno de más de 40 años de registros y parafernalia de plomería que deberán clasificarse, almacenarse y/o venderse en los próximos meses. Los Madden esperaban vender su negocio, pero no ha habido compradores, al menos todavía no, a pesar de su rentabilidad. "Hemos capacitado a tantos plomeros y luego siguieron su camino", dijo Judi, y aunque muchos continuaron operando sus propios negocios, ninguno quiso asumir una operación tan grande como se ha convertido Madden Plumbing.

Madden Plumbing facturó $138.000 en abril y $1,4 millones en su último año fiscal. Esa carga de trabajo requiere empleados: contestar los teléfonos, programar las llamadas, realizar el trabajo, enviar las facturas y cobrar los fondos. Judi dijo que los plomeros que han capacitado no están interesados ​​en administrar ese tipo de personal. Para Judi y Jim, ha funcionado porque ella se encarga de la oficina, mientras que él está en el campo.

Judi es conocida desde hace mucho tiempo por la forma en que contesta el teléfono. "Es un gran día en Madden Plumbing and Heating... ¿cómo puedo hacerte sonreír?" Por lo general, la respuesta es bastante simple: ¡Ayuda!

Judi atribuye parte de su éxito a su enfoque: evitan las nuevas construcciones y se enfocan en las llamadas de servicio. "Hemos hecho una casa nueva en los últimos 10 años por elección", dijo. "No hay dinero (en la construcción nueva). Estamos en el negocio para ser autosuficientes, pagar a nuestros empleados, contribuir a la comunidad y estar aquí cuando llamen nuestros clientes". Cuando las personas llaman a un plomero, tienen un problema y están felices de pagar para evitar que el agua se filtre o que el inodoro se atasque.

Una de sus extrañas llamadas involucró a este último, cuando se descubrió que una Tortuga Ninja era responsable del desbordamiento. En otra ocasión fue un juego de dentaduras postizas. También estaba el paciente del asilo de ancianos que regularmente tiraba las fundas de las almohadas por el inodoro.

La mayor parte de su negocio proviene de las áreas de Quincy y Eastern Plumas. También dieron servicio a Greenville, pero perdieron 150 hogares de clientes debido al Dixie Fire. Judy puede ingresar cualquier dirección en su área de servicio y decirle el historial de servicio de 20 años para esa residencia o negocio.

Durante COVID, cuando muchas empresas se vieron obligadas a reducir o cerrar, los Madden estuvieron más ocupados que nunca. Las personas se mudaron a sus segundas residencias durante la pandemia y su base de clientes se expandió rápidamente.

Mientras buscaban vender su negocio, los Madden trabajaron con una firma de fusiones y adquisiciones, quien les dijo que parte del desafío era que estaban a 80 millas de un Home Depot. Respondieron que era una fortaleza. "Tenemos calentadores de agua aquí y alguien para instalarlos", dijo Judi sobre su capacidad para brindar un servicio completo.

Pero después de 47 años, le corresponderá a otra persona instalar esos calentadores de agua o desatascar esos inodoros. Cuando terminen sus últimos ocho compromisos, comenzarán el proceso real de cierre. Además de lidiar con el equipo, hay que considerar un animal de cuatro patas y una criatura alada.

Jack Flash, el gato, que pasa la mayor parte de su tiempo en la oficina tirado donde quiere, se convertirá en un elemento más permanente en el hogar, el lugar al que va de mala gana, cuando Judi insiste. No está lejos, Jim y Judi viven a solo 177 pasos de la oficina (según el rastreador de actividad física de Judi).

Luego está Wyatt Papenhausen, quien saluda a todos los que ingresan desde la gran jaula de pájaros en la entrada del edificio. Él (en realidad ella, como les informó un veterinario aviar, pero eso no se sabía cuando se nombró a Wyatt) con suerte se reunirá con su familia.

En su jubilación, Jim y Judi esperan pasar más tiempo con su propia familia. La hija Jessica vive en Cold Springs, cerca de Reno, y esperan jugar con su nieto Logan, que cumplirá 3 años en septiembre.

Los Madden también tienen una familia extendida de estudiantes de intercambio que han albergado a lo largo de los años, así como estudiantes de Feather River College. No solo son generosos con sus aportes, sino también con su tiempo.

Ahora tendrán más tiempo para estar juntos y viajar, aunque Quincy siempre permanecerá en casa. No hay duda de que Judi contestará los teléfonos mientras terminan las operaciones, así que llámela y esta vez todos podemos agradecerle y hacerla sonreír.